Mientras los países de la Unión Europa debaten sobre el reasentamiento
de 120.000 refugiados en lugar de los 40.000 inicialmente previstos, la gente
se ha puesto manos a la obra con diferentes iniciativas.
Los datos del año pasado y de los primeros meses de 2015 permiten
tener una noción del impresionante aumento de la presión migratoria. En 2014,
según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), un total de 5.947
personas pidieron protección internacional en España (término que engloba tanto
el estatuto de refugiado como la protección subsidiaria), mientras que a nivel
europeo lo hicieron 626.065 personas.
En los primeros meses de 2015, se llegó en nuestro país a la misma
cifra que la de 2014.
Pero conforme aumenta la necesidad de ayuda, también lo hace la
voluntad de ofrecerla. Una las iniciativas que más acogida han tenido en
nuestro país ha sido la creación de una Red de Ciudades-Refugio, propuesta por
la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau y a la que se sumó su homóloga en Madrid,
Manuela Carmena, y que se extendió a varios municipios (Segovia, Almería o
Santa Cruz de Tenerife, por poner algunos ejemplos) y también a grandes
ciudades y autonomías (Córdoba, Valencia, Navarra, Extremadura, Galicia o
Castilla y León). En algunos casos, se ha llegado a concretar incluso la
capacidad de personas que podrían recibir.
Parroquias y casas de familias
Los obispos españoles también han ofrecido sus centros de acogida y
comunidades para acoger a refugiados. Además, el arzobispo de Madrid, Carlos
Osoro, ha adelantado, en una entrevista con Europa Press, que enviará en los
próximos días una carta a las comunidades cristianas para que acojan a
refugiados tanto en parroquias como en familias cristianas.
El uso de casas de particulares ya ha sido una iniciativa que ha
prosperado en Islandia, donde la escritora y profesora Bryndis Bjorgvinsdottir,
creó un grupo de Facebook: «Siria está llamando» para reclamar a la ministra de
Asuntos Sociales, Eygló Hardardóttir, que permita acoger a los recién llegados.
Son más de 14.000 ciudadanos los que han apoyado la idea.
Organizaciones de ayuda
Pero otra forma de colaborar, una de las más habituales, es con
donaciones. Se puede realizar a través de la Agencia de la ONU para los
Refugiados (ACNUR), haciendo aportaciones regulares o un donativo puntual.
También se puede donar en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR),
donde también se puede hacer una aportación como donante (puntual) o como socio
(habitual).
Y otras cuyos recursos se destinan a colectivos o necesidades
puntuales como el caso de UNICEF, para ayudar a los niños sirios, Acción contra
el Hambre que pide donativos para llevar agua potable a Siria «que tenía como
Europa antes del conflicto» o a través de Intermón Oxfam.