Muchas veces te habrás cuestionado si eres bueno o malo, si estas en
el camino correcto, si tu modo de
actuar y de afrontar tus situaciones
cotidianas son las adecuadas.
Has pensado en el amor, esa palabra comodín tan manoseada y que se
coloca en cualquier hueco, que lo soluciona todo y que sirve para todo, pero
que nadie te dice como lo has de emplear, pues bien, la honradez, la honestidad
y la humildad, son tres formas de expresar amor, de hecho son las formas con la
que el amor ha de ser expresado en nuestras relaciones sociales, cotidianas y
mundanas. Nuestro día a día, ha de ser mirado a través del prisma que forman
estos tres elementos. Esas tres haches (HHH) son las que deben marcar el rumbo
de tu vida si quieres llevarla a buen puerto.
Honrado: Vivir en el respeto hacia sí mismo y hacia los demás, procede
y actúa de forma honrada, obviando segundas y enrevesadas intenciones, tratando
de engañar o de sacar un provecho del ajeno. Ser honrado no solo es que no
robes o engañes, es que no te robes, ni te engañes a ti mismo tampoco,
respétate lo suficiente como para afrontar tu verdadero reflejo, tu verdadero
Ser. Ser honrado en tus actos implica un pequeño esfuerzo y un verdadero cambio
en tus hábitos, ya que dentro de tus programaciones mentales te inculcaron la
mentira y la trampa como medio para lograr tus metas. No ascender en tu estatus
a costa de pisar al resto es difícil, pero es lo honrado. Actuar de forma
honrada es un camino difícil, en una sociedad diseñada para que el atajo y la
trampa, sea el modo natural de conseguir las cosas. Actúa y se honrado y habrás
subido el primer peldaño.
Honesto: Ser sincero con uno mismo, saber y ser consciente de tus posibilidades,
no aparentar lo que no se es, no ocultar tus verdaderas intenciones, ni tus
verdaderos sentimientos. Ser honesto es ser pragmático y sincero. Ser honesto
es trabajar con la verdad como forma de expresión, dar la verdad a quien te la
pida y ser lo suficientemente maduro para asumir las consecuencias que esa
verdad te pueda acarrear. Se acabó la mentira piadosa, el aparentar, el
disimulo y la mascarada, Ser tú mismo y aceptarte tal cual eres y mostrarlo al
resto seas aceptado o no, lo demás ya no dependerá de ti, solo debes ser
honesto contigo. Si logras ser honesto habrás subido este segundo escalón.
Humilde: Nadie es más que nadie y tú no eres ni más, ni menos que
otros, todos somos iguales y una vez asumes esto, tratas tu vida y la de los
demás de la forma adecuada. Ser humilde no quiere decir ser pobre, ser humilde
es ser practico, adaptable a tu situación y conforme a lo que tienes,
agradecido al dar y al recibir, sin perseguir metas materialistas y sin
competir. Humilde en tus actos y en tus metas. Empezar a despegarte de todo
aquello que en el pasado te produjo una engañosa necesidad. Ser humilde es
restarle importancia y trascendencia a objetivos que hasta hoy creías
esenciales en tu progreso, la sociedad está diseñada para que la humildad sea
vista una cualidad de paria, pero es el ingrediente esencial en el objetivo
último en tu camino evolutivo.
Una vez has logrado completar estos objetivos y ser honrado, honesto y
humilde, es tu forma de expresión, tu vida y tu entorno se transforma al mirarlo
por el prisma en el que se enfoca tu visión ahora, solo es cuestión de
mantenerte en este camino y vivir en la tranquilidad de estar haciendo lo
correcto. Puede que al vivir así, de forma sincera y pura, el resto se sienta
dañado u ofendido, vivir conforme a lo que dicta la verdad y tu corazón, no es
un modo amable en una sociedad basada en las apariencias y la mentira, pero
esos primeros y complicados inicios, provocara que toda la falsedad que te
rodeaba quede expuesta y este en tu mano trillar tus relaciones y quedarte con
el grano, con lo auténtico y real.
Se honrado, se humilde y se
honesto contigo mismo y con los demás, expresa tu amor de este modo y no
necesitaras más. Es así de sencillo y así de complejo a la vez. No hay técnica,
si hay un maestro que te enseña a vivir,
Jesús, en su modo de vivir, de actuar y de ser practicaba estas tres H,
Si quieres tú también lo puedes intentar para ir cada día consiguiendo
un poquito para que al final junto a Él alcanzar ese amor que todo lo alcanza,
que todo lo llena y que todo lo invade, también tu corazón.
En tus manos está........
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