Se nos invitaba a la reflexión
y a un compromiso asequible que justo antes de recibir la ceniza lo
compartíamos con todos y lo colocábamos en un panel a tal efecto. A lo largo de
estas semanas y en el buenos días de la entrada iremos recordando nuestros
compromisos.
Este tiempo de
Cuaresma nos invita a la reflexión, a tomar en nuestras manos, dar calor y
modelar todo aquello que necesitamos que vuelva a sus orígenes, aunque no sea
lo mismo.
No es la cuaresma un
tiempo para sumergirnos en el dolor, en las renuncias impuestas… no, la
cuaresma es tiempo para que la semilla germine, para que re-flexione nuestra
vida, se haga más dúctil, mas maleable, más mirando hacia otr@s y podamos
amanecer plenamente despiert@s.
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